Roman Bürki
- 38
- Roman Weidenfeller 1
- Dan-Axel Zagadou 2
- Jadon Sancho 7
- Nuri Sahin 8
- Andrey Yarmolenko 9
- Mario Götze 10
- Marco Reus 11
- Raphael Guerreiro 13
- Alexander Isak 14
- Jeremy Toljan 15
- Manuel Akanji 16
- Sebastian Rode 18
- Mahmoud Dahoud 19
- Maximilian Philipp 20
- André Schürrle 21
- Christian Pulisic 22
- Shinji Kagawa 23
- Sokratis Papastathopoulos 25
- Lukasz Piszczek 26
- Gonzalo Castro 27
- Marcel Schmelzer 29
- Julian Weigl 33
- Dominik Reimann 35
- Ömer Toprak 36
- Erik Durm 37
- Michy Batshuayi 44
Roman Bürki inicia su tercera temporada con Borussia Dortmund. Fue más que únicamente un cambio de club, el que en el verano del 2016 realizó el portero de entonces 24 años de edad, al llegar del Sport-Club Friburgo rumbo a la Strobelallee, pero ahora siente que ha llegado a su destino - en todo sentido.
Durante la temporada pasada, su sengunda con el BVB, evadió casi 71% de balones que llegaron a su portería y jugó en la Liga a cero en nueve ocasiones, tan sólo en 29 ocasiones fue superado (cada 84 minutos) en un total de 27 partidos que jugó en la Liga - únicamente Manuel Neuer tuvo un mejor valor entre los porteros titulares. La revista deportiva kicker le evalúa con una media de 2,72, como el segundo mejor portero de la Liga detrás de Timo Horn (2,58) de Colonia.
Bürki se consiera un portero que participa del juego, se ubica hacia adelante cuando el equipo tiene posesión del balón y actúa como undécimo jugador de campo, siendo uno que puede controlar los pases con ambos pies y puede redirigirlos de inmediato. Reclama la apertura del partido y el acelerarlo - también con saques de fondo largos y precisos al centímetro. En dichos casos no tiene problema alguno de reconocer, que "como cualquier otro portero de mi generación he copiado mucho de Manuel Neuer".
Lo que no tuvo que copiar, fue el caracter de ambición. Pues lo tiene desde la cuna, posiblemente a través de su padre, quien también fue portero y quien hasta el día de hoy, luego de casi cada partido, realiza con Roman Bürki el analisis del mismo al teléfono. Ya los compañeros de equipo saben: Roman Bürki realiza con gusto una ronda adicional. Le aprecian, pues saben que pueden confiar en él. Y le valoran, pues tiene un trato fácil y es un tipo con los pies en la tierra, que reconoce de forma crítica sus propios errores.
Pero un momento: ¿errores? Desde la pausa de invierno del 2016, son cada vez poco frecuentes. El hecho que la sombra de su antecesor, cada vez fue más pequeña, tiene mucho que ver con el mismo Roman Weidenfeller. Él le brindó a Roman Bürki un trato diferente al que él recibió en su momento por parte de Jens Lehmann. "Me recibió con mucha calidez. Siempre actuó correctamente", dice Bürki y destaca el trato positivo entre ambos porteros del Dortmund. "Roman es un tipo extraordinario. Si tengo preguntas, sin dudarlo puedo dirigirme a él. Nos complementamos bien." También gracias al la actitud jovial de su antecesor, Roman Bürki ha hallado su equilibrio: "ya no soy el portero que vino de Friburgo, sino que soy el portero de Dortmund."
Roman Bürki se ha establecido en Dortmund y vive en el centro de actividad. Su hogar se encuentra en aquel lugar, donde hace 20 años se hervía el acero: en el lago Phoenix en Hörde. "Me enanta. Uno tiene la posibilidad de estar al aire libre y hay cafés fantásticos". Durante el invierno varían las actividades del jugador de 26 años de edad: "cuando hace frío, juego más en la consola Playstation. Y me gustar ir de compras, por ejemplo a la Galería Thier. Allí uno también puede sentarse y tomar algo". Pues las personas que se encuentran con él "son discretos. También eso me agrada en Dortmund".
Y cuando está en casa, en Suiza, en el apacible Munsingen, con sus 12.000 habitantes, donde todo se inició y donde sus padres y sus abuelos aún viven, Roman Bürki debe de contar mucho. "Sobretodo sobre Marco Reus. No cabe duda que es la persona de identificación. Para los suizos yo puedo jugar con estrellas de primera. Muchos preguntan cómo son fuera del campo de juego. Y muchos preguntas cómo es jugar ante nuestra muralla".
No cabe la menor duda: en la "sur" caben el doble de personas de las que habitan en Munsingen.